domingo, 16 de enero de 2011

El verano pasado fuimos mi amigo y yo al úlimo día de natación, era la entrega de diplomas.
En un descuido mi amigo tropezó en el bordillo y cayó al fondo de la piscina yo fuí a salvarle, agarre a mi amigo y lo subi pero mi gran sorpresa fue que lo que había agarrado ¡¡Era un dragón!!.
Yo me asuste pero el dragón me dijo:
-Tranquilo que soy un dragón bueno, le coque la mano y de pronto empezó a echar pompas por la boca en una de esas pompas ¡¡iba mi amigo!! la pompa cayó en la parcilla explotó y mi amigo se salvó. Mi amigo y yo nos pusimos tan contentos que el dragón se hizo nuestro amigo y le invitamos a un helado en la piscina

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